Con una clara influencia inglesa, ciertos toques de Shabby Chic y un alma rústica, el Country Chic se perfila como un estilo decorativo de moda. Lo clásico y elegante no pasa de moda, por eso este estilo cuenta con una pasión desenfrenada por los elementos antiguos y por los pequeños detalles decorativos.
Dicen de él que es el nuevo rústico. No obstante, nosotros consideramos que es una mezcla de los estilos mencionados anteriormente, en el que los materiales nobles y las fibras naturales ganan protagonismo vistiendo las estancias.
Podemos comenzar reciclando algunos objetos antiguos familiares. Así, las sillas, cuadros, jarrones, mesas y cualquier objeto con cierto aire inglés o campestre nos servirá; y es que en este estilo cottage, son muchos los objetos que pueden emplearse, desde planchas de carbón, juguetes, espejos o incluso instrumentos musicales.
Como hemos dicho hay mucho de Shabby Chic en este estilo. No obstante, a diferencia de éste, aquí no se usarán tantos colores pastel. Nos inclinaremos por los colores naturales como el beige, arena, café o tierra. Además, se pueden contrastar perfectamente con colores como el azul marino o incluso el rojo.
Porcelana, madera y hierro son materiales que quedarán estupendamente en nuestra estancia Country Chic. Es más, si nos atrevemos, podemos probar con el óxido en ciertos objetos, pues en este estilo encajan a la perfección. Por ejemplo, podemos colocar una plancha antigua con un poco de óxido o incluso un baúl a medio restaurar.
Las piezas de arte usadas deberán ser preferiblemente antiguas, pues como podemos imaginar, no quedaría nada bien una escultura moderna o una pintura abstracta. Así, los cuadros con bodegones, escenas de campo o incluso retratos, serán una buena apuesta.
Si nuestras paredes no están tapizadas con estampados podremos optar por colores como el blanco o el beige. Además, estos tonos para las cortinas pueden ser muy favorecedores.
Fotos vía: etsy, littlebluedeerdesign, interiorstylesanddesign