En alguna otra ocasión os hemos hablado del estilo Shabby Chic, una corriente estilística que a día de hoy se usa en muchísimos hogares del mundo; y es que pocos estilos cuentan con tanto encanto como este. Nacido directamente en la época de las casas de campo de Gran Bretaña, este estilo tiene mucha personalidad, consiguiendo que los espacios destaquen por su elegancia y luminosidad.
En estancias como el comedor, podemos encontrar espacios con muchísimo potencial a la hora de ser decorados bajo esta corriente, que basa su encanto en el uso de muebles antiguos o con cierto aire retro, así como una gama de colores pastel y cientos de estampados con flores.
Si hablamos de los muebles, optaremos por piezas que parezcan desgastadas. No necesariamente debemos usar muebles antiguos. Afortunadamente, existen infinidad de casas que han adaptado sus muebles actuales a esta estética. Así, encontraremos una gran gama de mesas y sillas decapadas y envejecidas, pintadas en colores pastel como el rosa o el azul. Aunque cabe destacar que el blanco es el gran favorito en este tipo de decoración shabby chic.
En los muebles, también es importante destacar que el material que suele imperar en este estilo es la madera; y es que los muebles de madera pueden envejecerse sin problemas aunque sean relativamente nuevos.
Las paredes deben irradiar luz. Por este motivo, se emplean tonalidades blancas, cremas o azules y rosas pálidos. Una paleta que sea capaz de aportar mayor iluminación a los espacios que carecen de luz natural.
Las cortinas y textiles en general serán ideales en estampados de flores; pues lo cierto es que las flores también tienen un espacio importante en la decoración shabby chic. Eso sí, no nos olvidemos de que los colores predominantes siempre deben ser suaves. Además, el tejido escogido para realizar las cortinas o los cojines, puede ser perfectamente el lino.
Si no encontramos estampados de flores que nos agraden, no os preocupéis. Podéis optar por cortinas lisas en los colores que ya hemos mencionado anteriormente. El toque floral siempre se puede dar a través de un cuadro, un tapiz o incluso un jarrón.
Intentemos impregnar los rincones de nuestro comedor con toques románticos, muy femeninos. Jarrones con flores, pequeñas macetas, velas o incluso alguna figura de corte clásico.
Fotos vía: decoracion.in, planos-de-casa.net